Cuando los niveles de ácido úrico son muy elevados en una persona, producen
uricemia, lo que ocasiona que no se elimine completamente y que se acumule en las inmediaciones de los cartílagos, provocando molestias y dolores muy fuertes como los que produce la gota.
El ácido úrico proviene de dos fuentes.
- Del propio organismo.
- De alimentos como la carne, vísceras, mariscos, frutos secos, embutidos.
Los niveles normales de ácido úrico en la sangre, deben ser de 5.5 mg/100 ml. Siendo las cifras un poco más altas en los hombres que en las mujeres, ya que en ellos, llegan a alcanzar hasta los 6.8 mg/100 ml.
Cuando los niveles de ácido úrico se incrementan por encima de los 7 mg/100ml, se produce una hiperuricemia, que es un defecto metabólico congénito que hace que el ácido úrico se acumule en la sangre y en otros líquidos del organismo. La mayoría de las personas con este padecimiento, no desarrolla gota, pero los que sufren de ella son víctimas de ataques recurrentes en las articulaciones afectadas y pueden también sufrir de cálculos renales.
Hay enfermedades en las que el ácido úrico suele incrementarse, entre ellas están.
- La gota, que se manifiesta por la acumulación de ácido úrico sobre todo en el dedo gordo del pie.
- Enfermedades renales, por las que no se elimina por completo este componente.
- La leucemia, debido a la gran destrucción de células sanguíneas.
- La psoriasis.
- Algunas anemias.
- La neumonía.
- Alteraciones en la tiroides y en la paratiroides.
Las dietas para adelgazar a base de proteínas, incrementan el ácido úrico, por lo que se debe tener mucho cuidado al utilizarlas o mejor no hacerlo.